EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

Por un momento meditemos y respondamonos estas preguntas:

• ¿Qué es un sacramento?
• ¿Qué concepto tengo yo de los sacramentos? ¿qué ideas y actitudes inadecuadas tengo acerca de ellos?
• ¿En qué sentido el matrimonio es un sacramento de la iglesia?
• ¿Percibo claramente la realidad sacramental que esta presente en el sacramento del matrimonio?

Jesús nos dice en su palabra:  "Gran misterio este, que yo relaciono con la unión de Cristo con la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno ame a su esposa como a sí mismo y a la mujer, a su vez, respete a su marido." (Efesios 5, 32-33)

Lo propio del matrimonio cristiano es hacer de la unión del hombre y la mujer, algo trascendente. En esto radica la sacramentalidad o condición sacramental del matrimonio: en ser recuerdo, manifestación, modelo e impulso de nuestra relación con Jesucristo. Esta realidad debe manifestarse en el rito propio de su celebración. 

A partir de lo anterior cobran sentido todas las exigencias particulares del matrimonio cristiano. Pues tanto la unidad como la indisolubilidad obedecen a esta dimensión sacramental. Como el amor de Cristo es perpetuo, no acaba, por eso el vinculo matrimonial no se disuelve y como a pesar de nuestras infidelidades, Jesucristo permanece siempre fiel al amor que tiene por la iglesia que es su única esposa, el amor de los esposos exige de cada uno de ellos una fidelidad que no puede condicionarse a ninguna circunstancia.

Al decir que el matrimonio es un sacramento, se quiere decir que es signo del amor de Dios. Al casarse por la iglesia, los cónyuges expresan y manifiestan el amor que Dios tiene a la humanidad y el amor de Cristo a su iglesia.

LA BUENA NUEVA DE DIOS SOBRE EL MATRIMONIO Y LA FAMILIA

La noche de su boda, Tobías le dijo a Sara: Somos descendientes de un pueblo de santos, y no podemos unirnos como los paganos que no conocen a Dios. Se levantaron los dos y juntos, se pusieron a orar con fervor: Pidieron a Dios su protección. Tobías dijo: - Señor, Dios de nuestros padres, que te bendigan el cielo y la tierra, el mar, las fuentes, los ríos y todas las criaturas que ellos se encuentran. Tu hiciste a Adán del barro y la tierra y le diste a Eva como ayuda. Ahora, Señor, tú lo sabes: si yo me caso con esta hija de Israel, no es para satisfacer mis pasiones, sino solamente para fundar una familia en la que se bendiga tu nombre por siempre. Y Sara, a su vez dijo:- Ten compasión de nosotros, Señor, ten compasión. Que los dos juntos vivíamos felices hasta nuestra vejez. ( Tobías 8, 5-10)

Del matrimonio válido se origina entre los conyugues un vinculo perpetuo y exclusivo por su misma naturaleza... ( Catecismo de la Iglesia Católica, 1638)
 

... de modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. (Mateo 19, 6) 

EL PROYECTO DE PAREJA UN PROYECTO DE AMOR

Sean humildes y amables, sean comprensivos y soporten ce unos a otros con amor. Mantenga entre ustedes lazos de paz y permanezcan unidos en el mismo espíritu. (Efesios 4,2-3)

En el corazón del ser humano, encontramos aspiraciones, expresivas y anhelos. La persona humana no puede vivir sin ideales, sin metas y sin proyectos.

La pareja no nace, "se hace", se construye, de ahí la importancia de que cada pareja elabore su propio proyecto de vida matrimonial y familiar. Tener un proyecto es pensar en lo que quiere hacer y como hacerlo.

Tener un proyecto de pareja consiste, por lo tanto en saber que queremos conseguir como pareja, que metas nos proponemos y con que medios vamos alcanzar nuestras metas comunes.

El proyecto de pareja ha de abarcar los distintos aspectos relacionados con la vida conyugal, familiar, social y religiosa. En cada uno de ellos, se ha de proyectar lo que la pareja desea lograr.

El proyecto de vida matrimonial es un proyecto común. No es la suma de lo que cada uno quiere, sino lo que quieren lograr los dos como pareja conyugal. Por eso, ambos han de elaborarlo.

El proyecto de pareja se concreta el ideal del matrimonio al que aspiran, el que sueñan vivir, el que creen que los pueden ayudar a ser felices como pareja conyugal. Dicho proyecto sera por lo tanto, el ideal que los motivara en su vida matrimonial, la brújula que los orientara y la estrella que los guiara.

El proyecto de pareja se ha de construir sobre una base solida, capaz de resistir las dificultades que se van a presentar en la vida matrimonial. Esa base o fundamento es el amor, si falta el amor, el edificio matrimonial esta destinado a derrumbarse.

"El proyecto de Dios sobre la pareja humana es una proyecto de amor: Dios que a creado al hombre y a la mujer por amor, a imagen y semejanza suya, los ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama a toda persona. Este amor es bueno, muy bueno, ante los ojos del creador". (Catecismo de la iglesia Católica, 1604.)

ORACIÓN

Padre bueno, te damos gracias por el maravilloso proyecto de amor que has preparado

 para nosotros como pareja. Danos  tu gracia para alcanzar las grandes metas que nos

proponemos realizar en nuestra futura vida matrimonial y familiar

Estamos convencidos de que el amor y tu presencia sostendrán y fortalecerán

nuestro proyecto de pareja, por eso te pedimos, que nos ayudes a vivir cada día

de la fe y el amor verdadero, que es donación, gratuidad y entrega total.

Bendice nuestros sueños y proyectos y acompáñanos en cada momento de nuestra vida. AMEN.

MIEMBROS VIVOS DE LA IGLESIA

Los que habían sido bautizados acudían asiduamente a escuchar la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. Por su parte, el Señor cada día agregaba al grupo de los creyentes, aquellos que aceptaban la salvación. (Hechos 2,42-44.47b)

En un mundo globalizado e intercomunicado, la iglesia no puede pasar inadvertida. Ella se hace presente en la sociedad por medio de sus pastores, sus celebraciones religiosas, sus apostolados eclesiales sus numerosos movimientos, asociaciones y grupos de fe, sus templos y edificios y sus comunicados, declaraciones y opiniones que expresa en los diferentes medios de comunicación social. La iglesia es, el mundo, al mismo tiempo aceptada por unos y rechazada por otros. 

La iglesia no nació en un momento puntual de la historia humana, sino a lo largo de todo un proceso, en el cual se pueden distinguir tres etapas,con origen divino no humano:

• PRIMERA ETAPA: Dios Padre fue preparando a la iglesia, al construir a Israel como el pueblo de Dios.
• SEGUNDA ETAPA: Jesucristo funda la iglesia a lo largo de su vida, sus enseñanzas, signos, muerte y su resurrección.
• TERCERA ETAPA: En pentecostes, el espíritu santo prometido por Jesús.

Es propio de la iglesia ser a la vez humana y divina; visible y dotada de elementos invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación; presente en el mundo y también peregrina. De modo que en ella lo  humano este ordenado y subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la contemplación y lo presente a la ciudad futura que buscamos. (Catecismo de la iglesia católica, 771)

 

Por esa razón no olvidemos que :

 - LA IGLESIA ES UNA COMUNIDAD

- LA MISIÓN DE LA IGLESIA ES EVANGELIZAR

- JESUCRISTO, EJE CENTRAL DE LA IGLESIA

- LOS LAICOS, PERSONAS CON IDENTIDAD ECLESIAL

AL ENCUENTRO CON JESUCRISTO, QUE NOS SALVA.

Miremos nuestra vida y pensemos:

1. ¿Qué hemos escuchado acerca de Jesucristo?
2. ¿De qué fuentes lo hemos escuchado?
3. ¿Qué pensamos de El, de su vida, de su mensaje?
4. Qué es lo que más nos impresiona de El?
5. Para nosotros ¿ Quién es Jesucristo?

Los evangelios nos describen los rasgos de la personalidad de Jesús como profundamente humano y divino a la vez como:

• UNA PERSONA LIBRE
• UNA PERSONA CON UNA PROFUNDA EXPERIENCIA RELIGIOSA
• UNA PERSONA PARA LOS DEMÁS
• UNA PERSONA CERCANA A LOS MAS NECESITADO
• NACIDO DE MARÍA VIRGEN
• HIJO DE DIOS.

Jesús, siendo verdadero Dios y hombre verdadero, tenia la misión de proclamar a todos la buena noticia de la Salvación: con El, Dios se ha decidido por la persona humana, Dios esta de nuestro lado. El nos bendice y nos ama, no estamos solos, Dios mismo se ocupa de nosotros. Por eso anuncio y realizo el reino de Dios con sus palabras de vida (no de condenación) y con su vida; Reino que se manifiestan la curación de los enfermos, el perdón de los los pecadores, la expulsión de los espíritus malignos y la acogían a los marginados por la sociedad.

El plan de Dios llevado a cumplimiento en la vida, muerte y resurrección de Jesús, es garantía de su amor muy grande, que nos dice a cada uno de nosotros con toda certeza, hombre, mujer, Dios te ama. El te conoce por tu nombre:

- Te ama como eres.

- Te ama, porque en Jesucristo te ha dado la salvación.

- Te ama y deja a tu libertad que acojas o rechases la salvación.

LA SEXUALIDAD AL SERVICIO DEL AMOR

Que amorosas son tus caricias, hermana mía, novia mía.¡Más delicioso es tu amor que el vino!...Los labios de mi novia destilan pura miel. (Cantar de los cantares 4,10-11)

 Históricamente, la sexualidad se ha visto en un clima de misterio y como una realidad asombrosa y fascinante a la vez, que ha provocado, con frecuencia, una doble actitud: por un lado, miedo, recelo y sospecha y por otro, curiosidad, deseo y la ilusión de un acercamiento. Se busca, se desea y a la vez se rechaza. Por otra parte, las palabras de amor, cariño, ternura, caricias, afecto, sexo, sexualidad, eros, feminidad, masculinidad, etc..., son usadas para expresar sentimientos, deseos, emociones profundas y universales. Pero se les dan significa dos diferentes.

Los medios de comunicación social (Internet, cine, televisión, revistas y publicidad) nos proporcionan una avalancha de información e imágenes  sobre "sexualidad" y sobre "sexo", desde diversos enfoques; nos bombardean continuamente con imagenes y mensajes cargados de erotismo.

La sexualidad humana es un bien y forma parte de los planes que diseño Dios para la pareja human, como fundamento de la sociedad, por eso, Dios los bendijo, diciéndoles: " sean fecundos y multipliquen" (Génesis 1,28)

Queda claro que la concepción cristiana de la sexualidad no la limita a la genitalidad o a la procreación de forma excesiva, sino que es algo integral y que tiene necesaria mente que ver con la persona humana en todas sus dimensiones. Podemos decir que la sexualidad abarca todo un mundo de dimensiones que tiene que ver con lo anatómico, lo fisiológico, lo psicológico y que caracteriza al sexo masculino y femenino.

 Como por ejemplo podemos decir que el ser humano debe analizar y conocer sobre:

• LA SEXUALIDAD ES UN IMPULSO FISIOLÓGICO
• LA SEXUALIDAD ES UNA FUERZA DE CRECIMIENTO PERSONAL Y POR LO TANTO, HA DE ORIENTARSE A LA REALIZACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONA HUMANA
• LA SEXUALIDAD ES ENCUENTRO INTERPERSONAL, ES RELACIÓN ENTRE UN YO Y UN TU ABIERTO A LA FORMULACIÓN DEL NOSOTROS.
• LA SEXUALIDAD HAY QUE ENTENDERLA Y VIVIRLA COMO UNA EXPRESIÓN DE AMOR Y DONACIÓN.
• LA SEXUALIDAD NO PUEDE SER UNA SIMPLE FUSIÓN DE DOS CUERPOS, SINO EL ENCUENTRO DE DOS PERSONAS QUE SE AMAN.LA SEXUALIDAD ESTA ORDENADA AL AMOR CONYUGAL DEL HOMBRE Y DE LA MUJER.

¿No habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo hombre y mujer y que dijo: Por eso dejará el hombre a su padre y madre, se unirá a su mujer y serán los dos un solo. De manera que ya no son dos, sino uno solo? (Mateo 19,4-6)

LA DIVERSIÓN DE LOS JÓVENES EN LA FAMILIA

En el marco del mes de la familia, es necesario reflexionar sobre un elemento fundamental en la sana vivencia de toda familia, y de manera particular en una familia cristiana: la diversión como un medio para fortalecer las relaciones entre los jóvenes y el resto de la familia.

• Estad siempre alegres, os lo repito, estad siempre alegres (Flp.4, 5)

Todavía algunos podemos recordar:

- Jugar con nuestros papás (aunque sea algunas “jupas: juego de golpear la bola solo con la cabeza y hacer anotaciones…)

- Ir a caminar juntos un domingo después de misa para “descubrir” un riachuelo o comer jocotes;

- Ir “mudados de domingo” (antes había un modo de vestir para el domingo) a tomar un bus para ir a comer algo en alguna sodita,

- Ir a una excursión con el equipo del barrio y comer gallos de huevo, jugar dominó en noches largas, juegos de mesa, o pirinola; entre algunas actividades recreativas.

Ante el desarrollo de nuestras vidas y el progreso económico de nuestros pueblos, los momentos para divertirnos desaparecieron paulatinamente, con la excusa de que eso es “solo para los niños”. Y el maestro Tiempo, nos demostró que entre menos espacios de recreación o unión familiar, va creciendo la desintegración familiar. La recreación en la familia es una necesidad que fortalece los vínculos emocionales de sus miembros y que permite unir las generaciones: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.

El día de descanso, más que un mandamiento, es una necesidad vital para el sano desarrollo de la vida humana. La fuente de donde mana el descanso, es el mismo Dios, lo cual produce una alegría existencial que no se limita al plano individualista sino que se desborda en los demás. El tiempo libre, que en la antigüedad era considerado como el tiempo para la sabiduría (así se denominaban las escuelas en la antigua Grecia: Ocio), tiene para el cristianismo, un gran valor, ya que no es tiempo perdido, sino que posee unas virtualidades educativas específicas, y el Beato Juan Pablo II, en la Exhortación Apostólica, Familiaris Consortio, n. 76 pedía “potenciar y valorizar el tiempo libre de los adolescentes y orientar sus energías”

La Iglesia, es mensajera de la alegría del Amor pleno que Dios tiene por la humanidad, y urge rescatar la alegría en las familias, por ello la sana diversión permite al cristianismo mostrar su dimensión alegre, dimensión que los jóvenes con su naturalidad están llamados a recordarnos a los adultos que, además de ser padres, madres o encargados “proveedores” de sus necesidades básicas, los jóvenes necesitan amor, y durante el tiempo libre de nuestros trabajos remunerados, podemos compartir ese tesoro, como un medio de comunión en las familias para fortalecer los lazos de hermandad y solidaridad

EL DIALOGO CON LOS JÓVENES EN LA FAMILIA

Para comprender la verdadera dimensión de la palabra diálogo, nos remitimos al Papa Juan Pablo II, que se refiere así a este concepto: “Jesucristo es el Hijo Eterno Verdadero”. Por eso existe una comunicación plena y permanente entre las Tres Divinas Personas. El Papa Juan Pablo II nos ha dicho que Dios no es una soledad, sino una FAMILIA DIALOGANTE DE AMOR Y DE VIDA. En Jesucristo, por ser DIOS y HOMBRE, y representante de la humanidad, se desarrolla constantemente un diálogo, una comunicación, una conversación de Dios con la persona humana y de la persona con Dios.

Como podemos ver, Dios no solo es diálogo perfecto en sí mismo, sino que ha elegido el diálogo para comunicarse con nosotros, sus hijos. En esta conversación tan especial podemos distinguir entre otras, las siguientes características:

1. Es un diálogo permanente, abierto y sincero a través de la historia de la humanidad.

2. Es un diálogo de amor y de perdón, el cual tiene un propósito fundamental: que sus hijos seamos felices y tengamos vida plena como seres humanos y divinos que somos; que vivamos en El eternamente.

3. Es un diálogo que nos llama a una escucha atenta, mediante la oración y reflexión de su Palabra, lo que incluye además, la obediencia a exigencias fundamentales de toda moralidad humana (cumplir los Mandamientos y seguir a Cristo como modelo de vida); que se da en un ámbito de respeto a la libertad y dignidad del hombre, quien en definitiva decide el camino a seguir.

Nos corresponde por lo tanto a los padres de familia dar el primer paso. Abramos las puertas de nuestros corazones y de nuestras familias al amor de Dios. Abrámonos sin temor a ese diálogo incesante y amoroso que nuestro Padre nos enseña. Reedifiquemos nuestras familias utilizando la poderosa herramienta del diálogo, que es un camino rico y valioso que exige de nuestra parte un esfuerzo serio para salir de nosotros mismos y recibir al otro incondicionalmente; requiere superar obstáculos como la desconfianza, el miedo, la vergüenza, los resentimientos y la indiscreción; exige humildad para comunicarse en un plano horizontal de igualdad y para saber perdonar con la facilidad que Dios perdona; requiere fe en nosotros mismos y en el otro; confianza que se da y se merece; amor gratuito y sacrificado. Aprovechemos el enorme potencial de nuestros jóvenes; su sensibilidad hacia la vocación de amistad, su generosidad de entrega, su búsqueda permanente del sentido de la vida, para que se abran a valores más profundos, al descubrimiento de su propia vocación y a la Verdad de Cristo.

                                          

Responsabilidad de los jóvenes en la familia

“Como yo los he amado, así ámense también ustedes los unos a los otros” (Jn 13,34)

La vida del joven esta íntimamente ligada a la familia y el amor que de ella procede, es este amor el motor que mueve a la santidad y que es signo expresivo del camino de santidad en la vida cristiana. En este punto particular donde el amor, “ágape”, caridad, es comunión, como lo explica con detenimiento la encíclica “Deus Caritas est” del Papa Benedicto XVI. Hoy más que nunca es necesario precisar qué es el amor. “Amor” es una palabra que se usa muy frecuente pero que reviste una pluralidad de sentidos que pueden desviarnos de la grandeza contenida en ella. En la Caridad se halla la clave de la vida cristiana, en ella encontramos también el camino para realizarnos en la vida, es la senda que se ha de transitar para alcanzar la santidad y todo esto porque en ella nos adentramos en el ser mismo de Dios: “Dios es amor” y nos hace partícipes de su amor.

En una sociedad como la de hoy, marcada por la cultura de la indiferencia, del individualismo, el relativismo de valores, resuena particularmente el mensaje que el Papa les dirigió a los jóvenes en la XXII Jornada de la juventud. Partiendo del lema que el Santo Padre propone, que es todo un programa de vida: “Como yo los he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros” (Jn 13,34). El Papa propone al joven en su familia, realizar un itinerario en tres momentos:

1. Contemplar a Dios como fuente del amor;

2. Contemplar el misterio de la cruz como revelación plena del amor de Dios y;

3. Dejar que ese amor de Dios eche raíces profundas en nuestra vida y se concrete en el amor al prójimo.

En la familia de hoy, el joven debe ser testigo del amor de Cristo considerando tres ámbitos de la vida cotidiana en los que son llamados a manifestar el Amor:

1. Revitalizar sus comunidades familiares haciendo efectiva y viva su participación en la Iglesia con un espíritu fuertemente comprometido;

2. Asumiendo seriamente el compromiso del discernimiento vocacional, no escatimar nada y poner sus mejores energías al servicio de la preparación para el futuro, familias testigo;

3. Finalmente, la vida cotidiana de cada uno con sus múltiples relaciones: la familia, el estudio, el trabajo, el tiempo libre, etc., han de ser el gran campo en el que han de cultivar el amor de Dios.

La Familia es el lugar de la comunión plena y total del amor trinitario, que impregna al joven de esperanza, es la realidad profunda del verdadero amor, es el valor supremo de nuestra sociedad y aquello que más debemos proteger.

LOS VALORES ESPIRITUALES DE LOS JÓVENES EN LA FAMILIA

Los padres, en general, se preocupan de la formación humana de sus hijos por las consecuencias que puede tener para su futuro. A la educación en la fe no se le da tanta importancia. A muchos de ellos les parece suficiente “delegar” esta tarea en la catequesis parroquial, en la escuela o en el colegio. Sin embargo, un niño que participa en la catequesis o recibe formación religiosa escolar sin tener en su hogar referencia religiosa alguna, es difícil que asimile e interiorice su fe. Si en casa Dios no tiene importancia alguna, si Cristo no es punto de referencia, si no se toma en serio la religión, si no se viven las actitudes cristianas básicas, la fe no arraigará en él. 

El clima familiar es absolutamente necesario para interiorizar el mensaje religioso que el niño recibe en la catequesis o en el centro escolar. Pero la educación de la fe dentro del hogar no puede seguir hoy los pasos de aquella socialización casi mecánica del hecho religioso cuando la fe era impuesta como una herencia necesaria del pasado. El hijo necesita aprender a ser creyente en medio de una sociedad descristianizada. Esto exige vivir una fe personalizada, no por tradición sino como fruto de una decisión personal, una fe vivida, que no se alimenta sólo de ideas y doctrinas, sino de una experiencia gratificante; una fe no individualista, sino compartida en una comunidad creyente; una fe centrada en lo esencial, que puede crecer entre dudas e interrogantes; una fe no vergonzante, sino comprometida y testimoniada en medio de una sociedad indiferente.

Dios tiene sus tiempos, que no siempre coinciden con los nuestros, hay ideales que si no prenden en la primera juventud, se pierden para siempre. Es algo que sucede en el noviazgo, en la entrega a Dios y en muchos otros ámbitos. Es en la juventud cuando surgen los grandes ideales de entrega, los deseos de ayudar a otros con la propia vida, de cambiar el mundo, de mejorarlo. Esa decisión es un acto de libertad que germina en el seno de una educación cristiana. La familia cristiana se convierte así, gracias a la respuesta generosa de los padres, en una verdadera Iglesia doméstica, donde el Espíritu Santo suscita todo tipo de carismas y santifica así a toda la Iglesia.

Una palabra final. Muchos padres de familia se quejan de tantos males como aquejan al mundo: de la falta de recursos morales en la sociedad; de la falta de personas que puedan regenerar determinados ambientes; de la falta de ideales grandes en la vida de tantos jóvenes. La solución a esas faltas está, en gran medida, en la mano de los padres cristianos con verdadero afán misionero y apostólico, que se esfuerzan por dar a sus hijos una verdadera educación cristiana; por sembrar en su alma ideales de santidad; por ensanchar su corazón con las obras de misericordia, creando en torno a sí un ambiente de sobriedad y de trabajo. Las grandes crisis son crisis de santos: faltan padres e hijos santos.

LA COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO

Nos podemos imaginar un mundo en el que las personas, no hablarán entre sí. Seria posible que pasáramos un día completo sin comunicarnos con alguna persona en la casa, en el trabajo, en la escuela o en la calle. Estas preguntas nos hacen tomar conciencia de una realidad: nuestra vida es comunicación, normalmente, la mayoría de la gente pasa el 70% del tiempo activo en alguna forma de comunicación, ya sea leyendo, escribiendo, hablando o escuchando (personas, radio o música). Es posible, pues, vivir de manera normal, sin comunicarse con los demás.

 Por otro lado debemos de pensar y meditar que para la relación de pareja sea cordial y armoniosa, es necesario que los demás sepan comunicarse positiva mente y sepan resolver, de manera satisfactoria, los conflictos matrimoniales.

-LAS BARRERAS DE LA COMUNICACIÓN INTERPERSONAL:

La comunicacion interpersonal no es fácil, ya que existen muchas barreras que la impiden o la distorsionan, he aquí algunas de ellas:

1. No aceptar las diferencias ideológicas.
2. Plegarse a si mismo.
3. Tendencia a malinterpretar y a juzgar.
4. Tendencia a "etiquetar", es decir, a "clasificar" a las personas de acuerdo con unos esquemas generales preestablecidos.
5. Tendencia a contradecir.
6. Tendencia a la agresividad.

Por esa razón debemos de controlar nuestro enojo, pensar un poco sobre lo que decimos y como debemos decirlo y buscar el dialogo de la mejor manera, así en el matrimonio no debemos dejar de lado la comunicación diariamente y así tener presente el arte saber comunicarse.

He aquí algunas sugerencias para mejorar la comunicación entre esposos:

SABER ESTIMULAR A LA PAREJA. ESCUCHAR ACTIVAMENTE. EXPRESAR POSITIVA MENTE LOS SENTIMIENTOS Y PROVOCAR CAMBIOS PERSONALES.

 Y para comunicarse bien, se necesita adquir actitudes humanas básicas, tales como:

• la capacidad de escuchar
• la apertura
• la aceptación
• la sinceridad
• el respeto
• la comprensión el amor oblativo

No olvidemos que como humanos nos debemos comunicarnos y así como nos gusta que nos escuchen y tomen nuestra opinión, aprendamos a escuchar y a valorar lo que digan los demás y sobre todo a saber aceptar los errores y dialogando llegar a una mejor comunicación.

¿QUIÉN SOY YO? ¿QUIÉN ES MI PAREJA? CONOCERSE PARA AMARSE

Antes de todo deberíamos darnos un chance y  meditar las siguientes preguntas:

- ¿Qué conceptos tenemos de la persona?

- ¿Qué significa tener dignidad humana?

- Conocemos y aceptamos nuestras propias cualidades y limitaciones?

- Cuánto conozco a mi pareja?

- ¿Conozco a sus familiares y amigos?

El ser humano tiene conciencia de que es una persona. No es, por lo tanto, ni una cosa, ni un objeto, ni un instrumento. Porque existen personas que no se conocen a si mismas y que no son capaces de responder con realismo y sinceridad a la pregunta ¿quién soy yo?

El ser humano es una persona por lo tanto llamado a crecer y realizarse como verdadera persona humana. Ahora bien, que significa ser persona, cuáles son sus notas o características esenciales. La persona es imagen de Dios, el ser humano ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.

Toda persona, independiente de su sexo, raza, cultura o religión, es portador de la imagen del Creador y por consiguiente posee una dignidad humana. Por eso podemos decir que cada uno de nosotros es:

• La persona es un sujeto individual, único e irrepetible.
• La persona es un ser racional.
• La persona es afectiva.
• La persona es un ser libre
• La persona es un ser-en-relación.

Por esa razón la psicología afirma que el auto cocimiento y la autoaceptacion tiene un papel central en el desarrollo humano de la gente. La persona que se conoce y acepta a si misma, posee una mejor salud emocional, se relaciona positiva mente con los demás, es mas productiva y creativa en su trabajo y en definitiva se siente mas realizada.

De tal manera que saquemos el tiempo para conocernos a nosotros mismos, para poder proyectar bien quienes somos y a saber poder saber conocer no solo a la persona que amas y con quien quieres compartir, sino también con todas las personas que de una u otra manera nos relacionarnos día a día.

EL MATRIMONIO NO SE IMPROVISA

En el matrimonio se pone en juego la vocación y el destino de dos personas que han decidido amarse para siempre y construir una familia cristiana. Por eso, es necesario que las personas que son llamadas a la vocación matrimonial, tengan una preparación adecuada. Así como los profesionales se preparan para ejercer su profesión, así también los futuros esposos y padres han de prepararse.

Jesús nos enseña a sus discípulos a estar preparados para salir a su encuentro, cuando llegue para alcanzar los bienes que ofrece.

"Para que el Sí de los esposos sea un acto libre y responsable, y para que la alianza matrimonial tenga fundamentos humanos y cristianos, sólidos y estables, la preparación al Matrimonio es la primera importancia."

 Por esa razón antes de tomar esa decisión tan importante en nuestras vidas deberíamos hacernos estas preguntas:

¿Consideramos que es necesario la preparación al matrimonio?¿En qué se basa nuestra opinión?

¿Qué esperamos lograr en nuestros encuentros de preparación al matrimonio?

En estos momentos, ¿creemos ambos estar suficiente mente preparados para contraer matrimonio?

 Pues no podemos olvidar que para los cristianos, el matrimonio, que tiene su origen en Dios creador implica además de una verdadera vocación al estado y vida de gracia particulares. Para llevar a la madurez esta vocación, se requiere una preparación adecuada y especial y un camino de fe y amor especifico, tanto mas que dicha vocación se otorga a la pareja para bien de la iglesia y de la sociedad.